En otoño de 2015 empezó mi aventura en este Club y se empezó a fraguar la locura de preparar una maratón para poder terminarla. El primer empujón lo dio el presi (Pedro Gil), que me animó a formar parte de este grupo. Después empezaron algunos entrenamientos donde cada vez que quedaba batía récords personales en Endomondo (10 km, 1 hora, …). Aquí empecé a conocer a algunos de sus miembros (Bustos, Somo, Darwin, Bienve, David H, Pedro L, Mariano, Juancar,…).
Poco a poco fueron llegando MMPs en 10 km y 1/2 maratón y, lo más importante, dominar esas distancias (terminar sin molestias y de menos a más). Después de esto, uno escuchaba las batallitas en las maratones y empezó a entrar el gusanillo (o veneno). Hasta que llegó el punto de inflexión (seguir el MAPOMA 2018). Desde entonces empezó el cachondeo con la maratón de Sevilla que Pedro L y yo íbamos a correr con los “cuñis”…. Hasta empecé a ver la maratón de Alcalá como un buen intento para ver si sería capaz de terminar (una tirada larga con ayuda). Entonces, me dieron el primer empujón/tirón de orejas: “Si quieres hacer una tirada larga, hazla conmigo pero la primera MARATÓN tiene que ser especial y hay que prepararla bien. Lo que pase lo vas a recordar para siempre (David H. – Verano de 2018)”…
Semanas después me empecé a dar cuenta que mi sueño de correr la primera maratón con Pedro L en Sevilla no iba a ser posible en 2019. Después tomé la decisión de inscribirme en MAPOMA 2019 (mi familia no podía acompañarme a Sevilla). También empecé una rutina de ejercicios de fortalecimiento (espalda, cadera, rodillas y tobillos), que han sido claves para que antes de una semana (después de la maratón) esté en condiciones de salir a correr de nuevo.
El otoño pasó con muchas dudas, escuchando buenos consejos sobre preparación, motivación, dureza,…
La primera semana del año tomé un plan de entrenamiento que combinaba 3 salidas (series, ritmo lento y tiradas largas en progresión) con ejercicios de fortalecimiento y/o algún deporte diferente a correr. Era un plan que me llevaría al día de la MARATÓN (16 semanas después) sin sobrepasar los 50 km semanales. El objetivo era proteger el rotuliano de la derecha para llegar lo más fresco posible sin sobrecargar y fortaleciendo al máximo la musculatura. Aquí tengo que llorar un poco: en 2012 cuando terminé mi primera 1/2 maratón sin estar preparado ni haber competido un 10 km, tuve una lesión en el rotuliano de la derecha que me llevó a estar unos cuantos meses tocado (y casi parado).
Durante estas semanas recordaré para siempre los mensajes de ánimo que me llegaron, especialmente de David H, Somo y Pedro L. Incluso Pedro L me decía que me iba a acompañar unos kilómetros (esto me dio mucha confianza y motivación). Pasaron las semanas y a mitad de preparación se juntaron los siguientes problemas: la rodilla derecha empezó a quejarse, la maratón cambia de fecha (y se podía devolver el dinero de la inscripción) y empezamos a dudar de mi plan de entrenamiento. Dos mensajes de Somo y David H fueron cruciales (el reto hay que afrontarlo con respeto y confianza pero nunca con miedo). A esto se unieron los ánimos incondicionales de Pedro L, que hasta corrió conmigo la media cervantina (17 de marzo) con algo más que molestias. Esta 1/2 maratón fue muy importante para mí porque me di cuenta que tenía fuerzas y la rodilla derecha me respetaba.
Las últimas semanas fueron complicadas porque la posibilidad de correr los últimos kilómetros con Pedro L se esfumaba (lesión en la espalda que le impedía prácticamente moverse). Busto al final no podía acompañarme el sábado y el resto que corría la maratón no tenían un ritmo compatible con mi objetivo. El muro me llegaría sin compañía….
Llego el día clave y quedamos en la Garena (Kake, Javier, Raúl, Jorge, David H y yo). Solamente faltaba Alberto. En ese viaje, otra vez David H dejando perlas (habrá momentos de dolor, la clave es seguir porque al final desaparecen…. sigue tus sensaciones,…, disfruta,…).
El resto se pasó entre fotos, bromas, momentos de soledad en la salida (mi cajón era el 7) hasta que empecé a correr. Los primeros 5 km no quise forzar nada (hasta dejé escapar mi globo de las 4 horas, mi objetivo). Me dejé caer después y pasé por Sol con más de dos horas. Había conservado demasiado y esto me estaba afectando ya a las articulaciones (no había conseguido el ritmo óptimo). En Sol empecé a seguir el globo de las 4:15 hasta que tuve parar por primera vez en el Parque del Oeste (demasiada agua). Pasé por Príncipe Pío y no pude ver a Pedro L (había entendido que estaría allí para animarme unos metros). A este bajón se le unió un mal vaso de Gatorade y dos trozos de plátano que me sentaron como un tiro. El calor apretaba en la Casa de Campo y tuve que quitarme una de las dos camisetas (segunda parada). Cuando ya empezaba a perder la moral (la tripa estaba cada vez peor), vi a Pedro L de corto, animando y esperando para correr un poco conmigo. Me tranquilizó, me aconsejó que debía parar para descargar “el mal que había dentro de mí” y empezó a marcar el ritmo que debería haber llevado hasta entonces. El trabajo psicológico que hizo conmigo consiguió que me olvidase de mis rodillas, corriendo más rápido que antes. Cuando a lo lejos se asomaba el Ministerio de Agricultura empecé a entender/sufrir la dureza de todo esto, temiendo que la siguiente zancada sería la última y que tenía que terminar mi primera maratón caminando. Por suerte, esto nunca ocurrió, pudiendo cumplir uno de mis sueños: “Terminar corriendo mi primera maratón de la mano de mi amigo Pedro L.”
Espero que alguna vez pueda ayudar como me habéis ayudado vosotros….GRACIAS POR TODO!!!!!
Mayo de 2019
PD. Terminé MAPOMA 2019 pero todavía no he competido una maratón ;-). Ya hablaremos….