Ayer vivímos una jornada festiva en la Media Maratón de Madrid. Yo la corrí sin dorsal, solamente para acompañar a mi primo Jose en su reto personal de ser finisher una vez más en una media maratón, después de sus experiencias previas en Mérida, EDP ½ Madrid maratón, Sevilla, Lisboa o Behobia.
Ya van siendo bastantes medias pero cada una de ellas es un Everest Particular lleno de nervios y sufrimiento. Y es que mi primo es uno de esos miles de corredores que sacan adelante a una familia, en este caso con tres hijos, jornadas de trabajo maratonianas, y que entrenan cuando pueden y como pueden, peleando siempre con las condiciones que la naturaleza nos da, dolores y molestias, y en sesiones normalmente por encima de los 6 minutos por kilómetro, salvo que sean cortas.
Por ello su reto pasa por terminar, por intentar disfrutar, y por ir limando algún segundo a la distancia si es posible, algo descartado ayer por la dureza de la prueba, y porque venía arrastrando bastantes problemas en los entrenos.
Yo venía de hacer mi MMP el Domingo anterior en Alcalá con 1:39:03. Dentro de la gente del club pertenezco al vagón de cola, pero para mi primo soy como un motor a reacción, lo cual no deja de ser una sensación muy extraña para mí.
Y un poco la reflexión viene por ahí. Ayer le acompañé para ver como lo daba todo, ya desde el km 3 o 4 con una gran concentración en el esfuerzo porque iba aguantando, bordeando sus límites, desde el 14 peleando sin cuartel para coger el globo de las 2h:10´ que divisábamos a lo lejos, y al que cazamos en el km 18, y desde el 19 a meta, ya vacío pero con máxima capacidad agonística ante los repechos que Madrid te pone como última prueba antes del final. Con una riada de personas parándose a andar, pero él aguantando estoicamente sin hacerlo, y dando su último aliento en forma de sprint en la entrada al parque del retiro para terminar con una tremenda victoria, 2h:07´y bajando por algunos segundos la barrera de los 6 minutos por kilómetro!!!! .
Él ayer ganó la Media Maratón, y yo me sentí muy orgulloso por ese esfuerzo. Viví con emoción y sin aliento esa lucha hasta el último metro, igual que la que yo mismo tuve corriendo 25 minutos más rápido, y que seguro es igual a la que tienen los que corren 25 minutos más rápido que yo, pero con la sensación de que en esta parte del pelotón hay muchas más victorias que en la zona delantera.
Y eso creo que solo lo permite el atletismo, cada corredor es una potencial victoria. La media maratón de Madrid reparte una medalla a todos los finisher, y creo que es un gran aliciente porque no deja de ser un reconocimiento a todos esos gladiadores que han luchado y han cruzado su Rubicón.
Grande primo, enhorabuena!!!